sábado, 18 de abril de 2015

Capítulo 45 "Punto de giro, pero..."

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¡He vuelto! ¡Siamo arrivati! ¡Tardi, pero felice después de no sé cuánto sin agarrar la pluma! Pues descubrí, vieja repelente, que el mejor momento de la vida es el de la incertidumbre (tengo la certeza, así que no me joda). Y yo estoy justamente en ese tramo en el que no se tiene idea de lo que va a pasar por algo que me ha pasado y NO, NO TIENE QUE VER CON QUINTERO (usemos la estrategia del ninguneo a ver si avispa y da bola el loco de marras). Ocurre que se me ocurre abrir hace unas semanas una casilla de mail que abro muy poco (esa que está ahí al costadito) y no va que encuentro el email que jamás pensé que llegaría (aunque hace cuatro años que lo espero): alguien que lee este blog y no es cualquiera, el mayúsculo con mayúsculas del cine (ese que está ahí en una foto al costadito) le pasó a su asistente el nombre de esta escribiente para que me hagan una prueba y unirme (si soy ducha) A SU EQUIPO DE AUTORES para escribir una serie de televisión. (Todos de pie).

El mail, punto de giro...
Pero... (puta palabra) la vida tiene sus bemoles, y como el éxito juega al ring raje conmigo desde mi desgraciado nacimiento, vi ese email veinte días después de aterrizado. Tarde, me dije entre emocionada, aterrada, decepcionada y algún otro ada que se le ocurra a usted; tarde porque la serie a la que me incorporaría ya está cocinándose, sirviéndose y casi casi que van por el helado. Quise morirme, sí, pero a veces querer no es poder, anoten. Así como me hallaba, lánguida y abatida respondí, esperando la nada, pero... (dichosa palabra) para mi sorpresa aún estaba a tiempo. ¡Vení el martes!, me dijo la simpática chica. Y allá fui. Sin dudarlo. Y acá estoy... Con la sesera seca, la incertidumbre al hombro y la espalda rota después de haber leído decenas de capítulos para ponerme al día con la historia, después de haber escrito durante una semana SIN PARAR puntos de giro, finales de bloque, escenas, escenas y más escenas, obedeciendo reglas, reglas y más reglas de la televisión. Con lo que a mi me gusta andar a falsa escuadra...

100 Bares Producciones
Y estando adentro de la despampanante productora de la calle Lemos por un momento sentí que pertenecía a ese lugar (el famoso virus del éxito), sentí que la utopía Quintero me estaba haciendo caminar hacia el lugar de mi correspondencia, pero... (neurótica palabra) luego durante la semana INTERMINABLE de escritura, lo dudé. ¿Son estos los guardianes de la puerta? ¿Nuevamente el Universo metiendo la cola para que me deje de joder? Además ignoro, ignoro si me aguanto esas presiones de alta gama, ignoro si soporto los ritmos impiadosos de la tele, y usted dirá que es miedo lo que tengo pero no, no es miedo ES TERROR A NO ESTAR A LA ALTURA DE LA CIRCUNSTANCIA. Ocurre que ahí una no puede equivocarse más que poco porque una serie es algo serio y la plata que se invierte, demasiada...

Así que en eso estamos por ahora. No sé cómo nos irá a ir en la prueba, vieja chiflada, y justamente ése era el meollo del asunto que sin meollo NO DEBE SER ESCRITO (dicen las reglas de la televisión): disfrutar la incertidumbre que nos regala hoy el presente porque en cualquier momento y de una patada en el culo al no saber lo despanzurra la certeza. (Capítulo siguiente pinche acá)

Continuara...











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