viernes, 1 de diciembre de 2017

Capìtulo 160 "El hombre del sombrero gris"

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Experimentar significa no reducir la experiencia a lo que socialmente se nos ha dado, escuché el otro día en internet. La erudita mujer decía que hay que desconfiar del deseo porque seguramente eso que creemos que queremos es lo que nos impuso el sistema heterocapitalista para etc, así que usted quería más Quintero, ya sé, pero yo le estoy haciendo caso a youtube. Además me viene de pelos esta curva imprevista pornolesbiana porque ahora escribo sobre feminismo y patriarcado en la revista de Pérez Reverte (todos de pie). ¿Y cómo saber si el género es o no una imposición cultural sin haber besádome con una chica? ¿Cómo saber si soy hombre en cuerpo de hembra o hembra en cuerpo de jabalí, como propone Judith Butler?

Sigo mirando la escalera, la luz todavía encendida. Ella me tiene abrazada y no me suelta. Siento su respiración tranquila, parece que se olvidó de su pie. Mi pullover hizo un charco enorme en el piso de madera y si no lo secamos pronto este blog me va a salir carísimo. Necesito escribir todo esto ya. YA. Porque después se me acumula demasiao y me hago matete, como en el viaje anterior, después del día en Almodovar con los planetas alineados, el loco, Antonio Gala y la pelota en coche quedé devastada, no sabía por donde empezar, pa donde agarrar, y agarré para el lado de los melones, como siempre.

La luz cada tanto parpadea, a ver si para colmo de bienes nos quedamos a oscuras. Me parece que viene alguien. Ella se da vuelta, mira para la escalera, no dice nada. Abre la caja del aceite de oliva y prueba del pico de una de las botellas. Me mira como nena traviesa, asiente gustosa y me ofrece. ¿Cómo está tu pie?, pregunto sin dejar de mirar para la escalera que creo es el factor tensión de este capítulo. Ella estira la pata y se lo mira. Levanta los hombros en un gesto de, ya ha pasao. Entonces veo la silueta en la escalera, el hombre que hace pocos días huyó despavorido no sé si de mi o de la escritora demente que llevo conmigo se deja ver cual bailarín en la oscuridad. (Sigue)

Continuará...

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