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Que la extrañe. Que la extrañe mucho. Que la extrañe más. Que sienta el dolor, que lo soporte, que me acostumbre a él; que comparta junto a él la agonía, el vacío, la ansiedad, las ganas en medio de la noche insomne de abrirme el vientre con un cuchillo y que salga todo, que se libere, que me deje en paz. Únicamente así sabré si es amor de verdad o sólo una pasión de poca monta. Quise preguntarle algo pero ya había quitado sus ojos de mi, se levantó despacio del sillón de madera y se alejó, a paso lento, ayudándose con su bastón plateado, a por su caminata diaria entre plantas y perillos saltarines. (Sigue)
Continuará...
Un día quise dar con este periodista, empecé a buscarlo, la búsqueda se puso interesante, me senté a escribirla, en el capítulo 5 conseguí su teléfono, en el 14 me animé a llamarlo, en el 30 saqué pasaje (tenía que hacer avanzar la historia), en el 45 le llegó a Campanella justo cuando tenía que viajar, terminé trabajando con él. En el 76 arribé a Sevilla, en el 83 lo puse contra las cuerdas y la aventura continúa... (Vivir para escribirlo luego porque la realidad supera la ficción).
sábado, 22 de septiembre de 2018
Capítulo 371 "Que salga todo"
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