domingo, 1 de junio de 2014

Capítulo 5 "¿La televisión basura salva vidas?"

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Si fuera ciega de un ojo, minusválida o algo por el estilo la reina televisión pondría su atención en mi porque ¡qué hermosa la historia de la minusválida que quiere dar con su loco de la colina! ¡Ay, Alberto, poné la tele que empieza En busca del loco! Tendríamos el horario principal, el encuentro maravilloso se daría en medio de un show rodeado de bailarinas nalgudas con excéntricos pañuelos al cuello danzando al son de la cortina musical de Pink Floyd. Todo comenzaría con ella (yo) sentada en casa, pensando (dándome cuenta) de que la vida no tiene sentido. La producción del show haría hincapié en esto para que sea todo más meloso y las viejas en sus casas lloren mucho y llamen al 2020. La minusválida en su casa. Primer plano de los medicamentos para la enfermedad terminal que padece. Mientras tanto la cámara de exteriores acompañaría a Jesús por las calles húmedas y agujereadas de Buenos Aires. La gente, al tanto de todo, lo saludaría y él cual Francisco en el papamóvil respondería que es injusto que "La mitad del mundo muera de hambre y la otra de colesterol" ¡Pero, cómo! ¡Si el loco Quintero se queja de estos espantos televisivos! ¡Callate, uno en la necesidad hace lo que puede! ¿O no? ¿O no? ¡Además es una causa noble, dar el gusto a la admiradora minusválida!

Continuamos con Quintero deteniéndose finalmente frente al edificio de la chica en el barrio de Saavedra y ¡TANDA! ¿Porque quien haría zapping justo ahí? Al regreso el tan esperado encuentro: Jesús con una gaseosa sponsor en la mano, un cigarrillo sponsor en la otra, y una productora rápidamente encajaría a la minusválida una gorra de "Piernas ortopédicas Huelva", incluso antes de que ella (yo) llegara a reaccionar. Pantalla gigante en el obelisco y en el estudio de televisión en donde vedettes sesentonas opinarían al respecto de los gestos de la minusválida. Facebook y tuiter reventando de megustas, palabras de aliento, etc. Y si fuera yo quien escribiera el guión (porque si hay guita nos vendemos todos), haría que la minusválida tuviese un ataque de presión, cayera de bruces al piso, ambulancia y ¡TANDA!

Al regreso escenas del próximo programa ya en el hospital, la madre (con gripe aviar) desesperada, etc... ¿Pero cómo?, se pregunta Alberto, el lúcido, ¡si hay escenas del hospital esto ya está grabado de antes! ¡Es una farsa. Estela, esto es una farsa! Y ahí Estela lo abofetea porque lo que Estela necesita es creer, necesita el somnífero. Estela necesita no pensar, no darse cuenta de que el tiempo pasa, de que es todo una pelotudez, de que no hay donde llegar. Así que, entre nosotros, si no estuviera esta porquería de televisión basura quién sabe (seguramente) no haríamos algo mejor que lo que hacemos y tal vez hasta nos suicidaríamos. ¿Usted dice que no? ¿Qué alguien soportaría la realidad?

PD trágica: La jefa de prensa de un canal acaba de pasarme dos teléfonos: Son los que tengo de Jesús (me dice de lo más simpática), prueba, no sé si seguirán vigentes. ¿Alguien se anima a llamarlo por mi? Aún ando en busca de un motivo serio. (Capítulo siguiente, pique acá)

Continuará...


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