sábado, 16 de agosto de 2014

Capítulo 16 “Nada importa nada”

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Un lector me pregunta si no les he dado ficción en el capítulo 14 (mi llamado al loco). Pues no, nada de lo que acá escribo es ficción y de hecho para eso vivo, para escribir porque si no vivo no se me ocurre nada, soy una seca. ¿Comprende? (No) Escribo de lo que vivo y, claro está, también para obligarme a vivir. ¿Cómo para obligarse? (Pregunta usted a punto de aburrirse y yo muy paciente le explico porque todavía me dura el frenesí de haber hablado con Jesús Quintero). Sucede, vieja chancletas, que la multitud está esperando desesperada ver qué pasa ahora con Jesús, mi obra de teatro, si me voy a Sevilla, si me tomo una cerveza con él, etc... Y si yo no tuviera la presión de la multitud agolpada (y la de la inquietud que siempre me pisa los talones) le aseguro que no muevo más un dedo tras la depresión que me agarré el otro día cuando el perro verde osó no atenderme el teléfono en mi primer intento (rápidamente me siento rechazada y sufro, fui niña no buscada).

Love of my life
Y sí, tiene razón usted, Quintero es un tipo importante pero hete aquí lo interesante del asunto (que no lo es pero el tono en que lo digo le hace creer a usted que sí por lo que continúa leyendo ingenuamente). Desimportantizar es la cuestión, entrenar el “Nada importa nada” y lo que importa es darse cuenta de lo importante de esa frase porque de eso depende nuestra libertad. Jesús Quintero se volvió importante para mi porque yo decidí que lo fuera, en el momento en que se me de la gana lo desimportantizo (ahora mismo para ensayar) y a tomar por culo con el loco de la colina. Usted seguro que no me cree pero a mi me encantan esos procedimientos, les llamo los procedimientos de la libertad o método de Sísifo. Y si no me importaran mis comodidades de burguesa, por ejemplo, el poder no tendría con qué asustarme. ¿Comprende? (Tampoco) Primero me dan la ducha con agua caliente y luego me amenazan con que si no pago me la quitan, y yo de lo más creída que sin ducha no se puede vivir corro a pagar lo que fuere. 


La televisión me muestra a esa gente sin ducha, sin instalaciones esclavizaidiotas (usted y yo, los idiotas) como pobres gentes porque caminan unos cientos de metros a por agua: "No deje de pagar porque mire lo que le espera" (la libertad, eso no lo dicen)... Y claro, claro que todo eso mejora la existencia en el entretanto, no hace falta que me lo diga, por supuesto, que no soy tan idiota,... El agua potable de grifo, la medicación, la calefacción etc, pero a la vez, señores y señoras, nos hace dependientes porque aparece el "miedo a" y perdemos la razón.

Y pienso, para ir redondeando, que usted debiera hacerle caso a ese famoso dicho: “Haz lo que yo digo, no lo que yo hago” porque tras haberles encajado la teoría completa de la desimportantización y la libertad, les confieso que acabo de seguir un nuevo impulso, he llamado al loco y me atendió el teléfono. Pero esta vez no hablé cinco minutos, fue mucho más. Pero como siempre me hace lo mismo, me atiende cuando ya tengo el capítulo terminado y con moñito hoy no re-escribiré nada salvo este epílogo, así que quien quiera saber qué me contestó sobre mi estreno en Sevilla esperará una semana y se leerá la 17. ¿O mentirá que tiene algo importante que hacer? (Sigue en el 17, pique acá)
Continuara...

6 comentarios:

  1. Y por aquí pasaré, mi niña, en el capítulo diecisiete... orondo de leerme en su crónica. En cuanto a las dependencias, no sé cómo se las arreglará su marido de usted, en Alaska; pero yo sé de hacharse la leña y cargarla... Gracias por mentarme, niña; Mis respetos.

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  2. Y recuerde que la pregunta sobre la ficción, fué un malentendido. La com pensaría llevándola al cine, mi niña... pero como es grandecita y señora, la invito a que se 'cuele' a ver ésta cosa de lo más rara: http://gnula.nu/drama/ver-historia-de-la-meva-mort-2013-online/ (clic opción tres)... ¡de nada!

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  3. Entendí que era un malentendido pero ahí nomás de leerlo se disparó la crónica y no pude controlar la pluma. Me colaré en la rareza mientras pienso en eso de soltarme del corro...

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    1. Cuélese sin miedo, mi niña, en la rareza; seguro le gustará. Pa' mi que'l purrete mamó Herzog. Mis respetos...

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  4. Me encanta tu verba, se lee lindo, de cuando en vez me cuesta hilvanar y entenderse, pero me resulta agradable y eso es al menos algo. Además vengo de rebote de tu propuesta de provocarle envidia al bibliotecario que espía la descontracturada escena amorosa. Vivo en casaliniers arroba hotmail.com te felicito yo también.

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  5. Gracias por la felicitación. No me extraña entienda a medias, es como agarrar la película empezada. Saludos!

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