lunes, 15 de septiembre de 2014

Capítulo 20 “Yo, que me las sabía todas”

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Flaqueo, agonizo, arrástrome por el fango hediondo de la flojera por algo me me dijo mi padre antes de la pelea de Mayweather y acá me enfrento con una encrucijada de tono no menor... Ya sé... ya sé que está por aburrirse porque aún no hablo de Belén Esteban o de Ivo Cutzarida pero siga porque voy a hablar de usted. ¡Sí, de usted y mal! (Sé que si la provoco seguirá leyendo porque me la quiere devolver, tarambana). Como le dije, no sé si comenzar este capítulo por la frase paterna y sus catastróficas consecuencias o por las novedades de Jesús Quintero y le juro, vieja cachuda, le juro que abriría a votación el asunto (le haría creer a usted que decide algo, como las corporaciones), pero he resuelto decidirlo yo (como las corporaciones), no porque sea mala, decidiré yo porque sé que si abro el juego usted votará por A, la vieja de ruleros a su lado votará por B y yo me abstendré solamente para llevar la contra, para hacerme ver, para demostrar que tengo personalidad, convicciones, que razono, soy lúcida y merezco ser tomada en cuenta.

Porque YO ENTIENDO DE QUÉ VA LA COSA! ¿Es que no es claro? ¿Es que no se ve a la legua? Y comparto mi saber en el face, eh... no escatimo, pero nadie se da cuenta de mi genio... nadie me valora como merezco y entonces insulto. ¡A TODO EL MUNDO! Porque son todos unos IG NO RAN TES ¡YO sé como arreglar el país y también el wolkswagen 1500! ¡YO tendría que ser presidente de la nación, directora técnica del Atleti, médica del Santojanni y piloto de Malaysia Airlines! ¡Aquí lo que necesitamos es mano dura! ¡Bujías nuevas, de cajón! ¡Rajar a Ronaldo porque está gordo! ¡Usar la guita de los diputados o de la DGI o del CGP, dividir por viejo y aumentar las jubilaciones! ¡Que se vayan todos! ¡Que se quede Ivo! (Aquí lo tiene a su Ivo) ¡Aguante riBer! ¡Que pare la shuvia! ¡Que se muera la shegua! (Si se sintió identificado (no) es mera coincidencia).

Al ñudo espabilar
Con ustedes, señores: el rebaño que brama y pisotea, el rebaño del fanatismo patriotero, el rebaño desconcertado al que, según dicen algunos, si no se lo tiene idiotizado con penales y/o vedettonas en tanga puede hacer desastres. ¿Ha visto? ¿Podemos hacer desastres si no nos conducen? ¿Entonces no conviene espabilar? ¿Entonces usar la sesera es una cagada? ¿Un padecimiento al ñudo? ¿O estamos siendo subestimados, vieja? 

Y acá entra como frutilla de torta eso que me dijo mi padre ayer: si queres cambiar el mundo es porque no podes adaptarte a él, el problema es tuyo, no del mundo. Como siempre, me ha jodido. Por suerte (o por desgracia, ya no sé) mi agente 99 (Murillo) habló anteayer con Jesús Quintero, con su asistente y con la mar en coche (estaban todos juntos) que ya somos casi como parientes (nos tratamos de vos y nos cagamos con plata) y dijo Verónica: “Jesús vuelve a hacer tele, estará ocupado pero promete ver tu material”. Me quedo con eso y olvido al mundo por un rato ¿Me deja? (Capítulo siguiente pinchea acá)

Continuará...


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