Ni debiera decirle esto pero si Cristo no hubiera sido crucificado no hubiese sido dios, no nos hagamos los tontos, dos días después a la gente se le pasaba el frenesí del novedoso mesías y el tipo terminaba vendiendo ballenitas en el subte... ¡Así que morir a tiempo es el plan perfecto! Estas crónicas serán luego algo sagrado, el deseo de la finada de dar con el loco de la colina será algo bello, poético e importantísimo. ¡Los amigos de Jesús, que ahora me alientan por tuitter, irán corriendo a contarle al loco que ha muerto esa a la que nunca conoció! ¡Mi maestro Juan Campanella sentirá que se le contrae el pecho y se preguntará si hubiera o hubiese podido ayudarme algo más en vida! ¡ABC, que me ha bloqueado, será abucheada por el público desenfrenado! ¡¡UNA TIPA GENIAL! (Dirán) ¡PERSEVERANTE! ¡INGENIOSA! DIVERTIDA! ¡COPADA! ¡DESINTERESADA! ¡DESESTRESADA! ¡AY, QUE PENA, AY!
Y hay todavía más en el epílogo... Si yo muero en el intento y después logra esa cerveza en Sevilla mi madre enferma, entonces ¡SERÉ DIOS! Y eso es lo que me importa, vieja calzonuda (aquí el momento de la confesión). ¡Me interesa un bledo a mi la revolución! ¡Nadie quiere el bien de nadie salvo el propio! ¿NO SE DIO CUENTA? ¡Nadie quiere un mundo mejor sino los aplausos que por intentarlo recibe! ¡A nadie le importa la paz sino los megusta que recibe en face por postear la foto que dice que le importa la paz! Ya lo dijo Napoleón: la revolución fue por vanidad, la libertad fue la excusa... Morir enaltece, vieja, lo he leído hoy en Wikipedia, y además ahorra el derrape... (Capítulo siguiente pique acá)
Continuará... (Desde los jardines del Edén)
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