Ella me pidió que me fuera porque soy mala, ya lo sé, y ahora la extraño una eternidad… Somos nuestro propio verdugo, vos tratá de no ser así, es calamitoso, calamitoso, y se sufre mucho. Igual no sé si se puede controlar, viste, como el amor, que dice Arlt que se puede elegir por quien dejarse romper el corazón, bueno, hasta hace unos días acordaba con él pero ahora ya no sé si es tan así… Y seguramente esto sea reiterativo para el relato pero qué le vamos a hacer... Una amiga, escuchame, una amiga mía no pasa por estas cosas, es una suertuda, nunca sintió las mariposas en la panza, el insomnio, el miedo espantoso al rechazo, las ganas de llorar sin saber por qué… Está con un tipo hace diez mil años y no tienen de estas agarradas celosas, apasionadas, de putearse, enojarse, irse y volver de madrugada porque no puedo vivir sin vos y esas cosas, no, llevan una vida amena, discuten sí, cada tanto, pero por cosas más bien prácticas, viste, a dónde ponemos el florero, ese perro tiene olor sacalo al patio, tu vieja me tiene las pelotas inflamadas, decile que no llame tanto… Así que resulta que no todo el mundo tiene la desgracia de ser así. ¿A vos te pasa? ¿Esto de enloquecer por alguien y no poder dormir y ver a ese alguien todo el tiempo y todo el tiempo en tu cabeza, su sonrisa, sus ojos, la mirada que te hizo cuando llegaste ese día y si habrá significado lo que vos querés que haya significado o sos demasiado estúpida porque cómo podes pensar que una sonrisa puede haber significado eso. ¡Seguro que le sonríe así a todo el mundo, estúpida! ¿Te pasó a vos eso alguna vez? ¿O sos más del amor de meseta patagónica?

Continuará...
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