viernes, 28 de septiembre de 2018

Capítulo 374 "Un clavo"

CAPITULO ANTERIOR

Antonio del bar Costales
No. De nada sirve, así que no lo intenten. O sí, si quieren intenten, vivan intentándolo, eso ayuda a no pensar. Intentar lo que sea. Si usted está ocupado intentando no piensa que es al ñudo, que no sirve para nada. Aunque no sirva. Ni escaparse ni quedarse. De uno mismo y de los demás. Acá estoy con ella a mi lado, la demente escribiente, no me habla porque decidí alejarme de la Gitana (en realidad me dejó pero la demente no entiende cuando le agarra el brote) y ahora no cae una letra de la pluma. A ella no le importa mi salud mental, digamos que prefiere lo otro, piensa sólo en escribir y así no se puede, tengo que ponerle coto porque vamos a terminar internadas y/o encarceladas y/o demandadas y/o suicidadas.

Amalia
No me habla y mira un canal de cable que ni le importa. La mujer de la tele dice que si llamamos al teléfono que sale en pantalla adivinarán nuestro destino, para qué, prefiero ya ni saber... Si después de haber vivido todo lo que viví, después de haber metido aquella noche mis pies descalzos en el agua fría del Guadalquivir, aquella primera noche de reencuentro con Ella, después de haberme animado a probar con una chica, una chica preciosa espeluznante, después de haberme enamorado locamente de mi Gitana, después de haberme negado rotundamente a acompañarla a consolar por enésima vez al Pesado de la Colina, después de todo eso sigo siendo yo, la misma de siempre, o parecido, con la angustia a cuestas, con la pluma trabada, el llanto en la punta de la lengua; la misma contradictoria, la misma tarada que sufre y no sabe qué hacer, estoy arrepentida, arrepentidísima de no haber ido con Ella a Sevilla, no aprendí nada, no se me abrió la cabeza ni medio centímetro, no crecí un carajo, mi karma me mira y se ríe, desconsolado. Tanto coraje mal empleado…

El que da en la llaga.
Por suerte la señora del apartamento Sardina cocina rico, tengo la chiquita ilusión de que en un rato voy a bajar y habrá pescado con guiso. Por ahora eso me mantiene en pie mientras intento darme cuenta de si es amor de verdad lo que siento por Ella o sólo una pasión de poca monta. Indicaciones del Muso de Brazatortas. Antonio a veces me dice cosas que no me gustan, en realidad lo hace bastante seguido, me deja sin palabras, no es nada rococó, nada indulgente, nada cauteloso. Con Begoña lo es, un poco más suave, se nota que la conoce mucho, sabe hasta donde llegar con ella, pero a mi me la manda a guardar sin pestañeos, sin filtros, por momentos le contestaría, hasta un poco mal y todo, porque me da consejos muy interesantes pero no es él el que está en mi pellejo extrañándola horrores, sintiéndola cada vez menos propia, cada vez más de Él. Por momentos le contestaría pero no puedo, no se puede contestarle a Gala y no porque esté flaco y se canse rápido y apenas entrás a La Baltasara Amalia te advierta que Antonio está delicado, que te verá sólo un momento, bla bla bla… No, no le puedo contestar porque impone respeto, sabés que antes de contestarle tenés que retirarte a pensar en lo que te dijo, uno o dos días por lo menos. Me llaman de abajo, ¡me fui a comer! Pero creo que es amor, nada de pasión de poca monta. Creo. (Sigue)

Continuará...


No hay comentarios.:

Publicar un comentario