miércoles, 1 de octubre de 2014

Capítulo 22 “Mi reino por un rato de inconciencia”

Capítulo anterior "Ese pantanoso trecho entre el dicho y el hecho"

Ya sé de qué se ríe, ni disimule ¡SE RÍE DE MI! Se ríe porque cada vez me leen menos, ¿no? Porque se me ha pasado el cuarto de hora, se ríe porque definitivamente piensa que estos capítulos han perdido su espontaneidad, se me ha ido el último tren, me he puesto vieja y sosa y lo único que me queda es el manotazo de ahogado, la repetición camuflada, la cirugía de pómulos que pide a gritos el retiro. Y como le alegra… desde acá veo cómo se le escapa la sonrisa, cómo le mana el brillo de júbilo de las pupilas desvencijadas de tanto mirar el iPhone. ¡Qué feliz se pone al sentir que una es tan o más fracasada que usted! Que alguien que ha intentado escapar de las fauces del facebook vuelve con el caballo cansado, con la mula exhausta, con el ideal extinto. ¿Y? ¿Tanto que presumía, Marina? ¿A dónde está Jesús Quintero? ¡JAJAJA! ¡Ahí la tienen! ¡La que se fue a Sevilla, perdió su silla y su dignidad! ¡La que se burlaba de los que opinamos en  el saco roto de la internet! ¡La que iba a cambiar el mundo! ¡Al menos nosotros no tenemos aires de “especiales”! ¡No nos la damos de distintos!

¿Y sabe qué? Tiene razón, porque usted opina verduras pero verduras concretas, usted opina una paparruchada pero la defiende con ahínco, toma partido por esa paparruchada, no como yo que nunca estoy segura de nada. Usted cree en Terelu, en Moria Casán y yo la aplaudo, la admiro. ¡La envidio! ¡La odio! ¡La detesto! ¡LA MATARÍA! Porque en este momento daría mi reino por creer y dar mi opinión fervorosa acerca de que Belén Esteban se ha peleado con Jorge Javier porque Rosa Benito le ha mandado un mensajito equivocado a Kiko Hernández y entonces Paz Padilla sufrió una descompensación que terminó provocando el alejamiento de Terelu… Daría mi peroné derecho por creer que el problema aquí es el penal mal cobrado a Milito y entonces hay que organizar una marcha para que estas cuestiones no sigan ocurriendo. Nos juntaríamos en alguna casa a organizar el asunto, comeríamos torta y discutiríamos apasionados sobre semejante injusticia… Daría lo que fuera, vieja cachuda, por entregarme cada tanto a la imbecilidad, a la comodidad mediocre, a la pelotudez irresponsable, a la falta de ambición, al “simplemente no estar muerta sin estar tampoco viva"...

Y aquí es dónde usted siente cierta compasión por mí porque pobre ingenua, esta Marina… quiere cambiar el mundo y no le sale... cree que es más viva que nosotros... Encima Quintero le promete y no le cumple, la toman para la broma… Entonces quizá hasta me comparte el capítulo en su muro porque yo he mostrado mi talón de Aquiles, mi personaje de altanera se ha hecho trizas y la verdad es que en el fondo me decepciona un poco, vieja pantuflera pues ¿ha visto? ¡Cuán simple es comprarla con la lástima! ¿Se da cuenta lo fácil que es ponerla a mi favor? Unas pobres parrafadas haciéndome la víctima y cae como una caballa... Realmente acaba de indignarme así que la dejo, sin moraleja, sin mensaje alguno y con un sabor a culpa horrible aunque sea claro que la que no sabe como terminar el capítulo soy yo (debiera postularme para presidente en 2015, no?) Ah, y para terminar tengo una buena y una mala: sin novedades de Quintero (esa es la buena) pero con agente de verdad en España, así que de ahora en más usaré corbata y me tratarán de usted. (Capítulo siguiente pinche acá)

Continuará...


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