domingo, 17 de mayo de 2015

Capítulo 53 "A cuatro capítulos de la cerveza loca y de la colina"

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Y en un intento ya no de huir sino de de no entregarme, de recuperar a mi vieja yo, a la irónica, salerosa, picante, desfachatada... En me dio de la tormenta de indecisiones horrorosa ataque de pánico y con un esfuerzo enorme: 

¡Cruento! ¡Espinoso! ¡Empinado! ¡Emputecido es este camino que emprendí hace casi un año! ¡Y a esta altura debería llevarme yo el podio de la valentía! ¡TENDRÍAN QUE DARME YA EL PRIMER PUESTO EN WIKIPEDIA! Porque levantarme todos los días a sabiendas de que usted no entenderá ni jota, insistir con la perorata idealista habiendo tomado conciencia de que el cambio no es posible, eso es más que jodido. Y NO SE RÍA QUE SE LE VE EL AGUJERO DEL PREMOLAR. Seguir adelante enterada de que no hay destino. ¡Eso es ser un verdadero héroe! ¡Lanzarse al vacío cuando no vale la pena! ¡Escribir para Campanella entusiasmada a sabiendas de que no quedaré! ¡Eso es la frente alta, vieja difusa! Porque cuando vale la pena, cuando hay garantía se tira cualquiera.

¡Ay! (dicen todos a coro y muy emocionados) ¡Menganito cruzó la montaña en chancletas para que su tía Margarita se salve de la peste bobina! Y claro, Menganito tenía su “por qué”, Menganito tenía su motivación para hacer la cruzada bobina de tía Margarita y así es muy fácil... Muy sencillo es ir palante si hay algo que te impulsa, una esperanza. ¡Napoleón! Ya que hablamos de avivados, paladín de opereta, el tipo fue a por ello pero con ayuda del IMPRESCINDIBLE CONDIMENTO (ese que no tengo yo por culpa de usted): Napoleón creía que lo lograría, sentía confianza en sí mismo. Pero vaya usted hacia adelante sin la zanahoria del “tú puedes”, intente cruzar su montaña sin la esperanza de que no habrá más tías Margaritas con la peste, trate de levantarse mañana sin la ilusa ilusión de que su marido no dejará esta vez la toalla húmeda sobre la cama... Ande, intente ponerse las pantuflas por la mañana siendo consciente de que el gordo nunca cambiará porque no le interesa (total opinando en face la vida va).

Y debiera acabar la cosa acá pero hay más, MÁS Y PEOR porque usted no sólo ignora, sino que además ignora que ignora y MÁS QUE PEOR es que está completamente segura de que la que ignoro soy yo (que ignoro que ignoro). Y POR ESO SE SIGUE RIENDO DE MÍ así que voy a irla dejando con una frase que le atribuyen a un tal Bertolt: "El peor analfabeto es el analfabeto político, no sabe que el precio del pan, de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político no sabe que de su ignorancia nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos: el político corrupto y lacayo de las Empresas multinacionales".


Y lo que iba a contarles acerca de la reunioncita con Campanella y de lo que al fin decidí hacer quedará para la próxima entrega, porque no me da más la cabeza, porque todavía no fui capaz de decidir nada en absoluto, porque el cupón de Rapipago aún sigue impago y a la chica de la productora, que llama y llama, no volví a atenderle el teléfono. ¡Yo soy esta! ¡La del blog! ¡No sirvo para las reglas de la televisión! 

Continuará...

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