
Buenos Aires… Se queda con la mirada perdida. El pasado se le viene encima. Su perro verde, su lobo estepario, canal 9, los cafés de la calle Corrientes... Leer los diarios de Argentina, me dice, no hay nada que se le parezca. Fui por un mes y me terminé quedando... Santiago Pont Lezica tiene lugar para vos en radio Milenium (disparo con munición gruesa), este es su teléfono, te anda buscando. Me mira largo. ¿De dónde conoce esta loca a mi amigo Santiago? (Del capítulo 40, loco) Me da la sensación de que ya nada le entusiasma demasiado. Es que si yo vuelvo a la Argentina ya me muero ahí... Sus ojos no mienten, parte de Jesús se ha quedado en Buenos Aires. Me cuenta de cuando se salvó del accidente de Lapa porque llegó tarde al aeroparque, de cuando vivía con Nacha Guevara, de las fiestas, las mujeres: las argentinas son las más valientes, sentencia. ¿Qué te entusiasma todavía? La creatividad, responde sin dudarlo. ¿Te vendrías? Allá necesitamos un Periodista que nos hemos quedado sin stock. No me quita la mirada de encima. A mi me agarra la loca y me tomo el avión, amenaza. Venite, loco. ¿Y tú me mantiene, niña? Allá tenes casa, comida y mujer.
Irrumpe ella cual telenovela de la tarde, se había ido a hablar por teléfono. Él me mira, sigue con lo que le acabo de decir. Entramos a la casa porque bajó el sol y Sevilla se puso fresca. Seguimos en la oficina, segundo té con rosquitas. Su oficina es una genialidad. Toda con paredes de vidrio, lo tengo a él sentado enfrente mío y atrás La Giarala. Hablamos un poco de mi obra de teatro, ella opina que tengo que dirigirla yo, él propone a Willy Toledo y un final a lo "Gran dictador”. Que conoce productores varios a los que puede interesarle. ¿Dice usted que me lo llevo conmigo en la valija? ¿Que logramos encenderle la mecha de entusiasmo a este pirado? Lo bien que nos vendría un periodista, no? (Sigue, pica acá si se le da la gana)
Continuará...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario