martes, 19 de diciembre de 2017

Capítulo 173 "Presente"

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Y creo que es Marina, señora. Ella me pintó por la noche, seguramente, mientras yo, grogui como estaba, me creía a solas en su cama escribiendo en el ipad nuestra erótica experiencia, música de Amelie de fondo manando de mi precario Samsung, que eso me inspira mucho últimamente, la música de su teléfono móvil. Y así es la vida del escritor, hay que ir encontrando la chispa que nos encienda la insanía (con acento en la insania). Recuerdo entonces por qué estaba esta mañana mi teléfono casi sin batería. También recuerdo que todo esto era un flashback que empezó en el 153 pero en el 154 me olvidé, justamente por las caóticas circunstancias que me rodeaban mientras lo escribía, que ya les contaré cuando encuentre la manera de volver al presente, si es que existe.

Tomo, no sin cierta impresión, la que creo soy yo pero de óleo y la apoyo contra la pared para verla mejor. Un trueno Beckettiano me hace dar un soponcio del cual sobrevivo gracias a la resaca y al cansancio que arrastro, ya casi no reacciono a los estímulos. Afuera diluvia y ha sobrevenido una claridad rara, terrosa. ¿Será que es el fin del mundo? ¿Será el fin del mundo la manera de terminar con esto? Los gallegos son curiosos, le pusieron Ana a la tormenta esta, Ana no duerme... espera el día sola en su cuarto, cantaba inspirado el flaco Spinetta. ¿Cómo será que se inspiraba el soberano de Almendra?


No puedo parar de mirar el óleo. Cada vez cuesta más que pase el aire, trato de respirar abajo porque al asmático le pasa eso, desespera, respira arriba y cuanto más arriba respira más se asfixia. Observo a la Marina pintada, largos segundos, es bellísima. Y sí, creo que es el momento en el que escribía yo sobre su cama el encuentro con ella en la terraza. El erotismo me recorre el cuerpo entero. Me la imagino mirándome en silencio desde la puerta, en la oscuridad. Guardando mi imagen para luego ir a pintarla, viéndome usar la música de su móvil para inspirarme, desnuda, ida, borracha. Entonces escucho a mis espaldas la música de Amelie, cierro la puerta del armario rápidamente, se me estremece algo adentro. (Sigue)

Continuará...

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