Álava y Rocío |
Me bajé de la cama despacito, dentro de lo que pude, la cama marinera de esta chica no tiene escalera así que tuve que saltar, amorticé lo más que pude con las rodillas, para no molestarla, porque no sabía qué decirle si se despertaba, y me vestí, tratando de no hacer ruido. Pero la cagada es que ni me acordaba de ella porque la quiero a la Otra, odio decirlo, es difícil cuando se te cae la imagen de alguien a la mierda, en Jerez se me cayó, hace no tanto, se me hace un nudo en la garganta, en serio, la fui a buscar porque me mandé una cagada gigante con un mensaje de texto y ahí… se me cayó todo a la mierda, ni pude escrib-- No, nada, nada, que ni pude asimilarlo todavía, vos te esperás una cosa y te encontrás con la otra, yo fui a pedirle perdón y me… nada, pensaba que Ella era diferente.
Y es difícil cuando la odias aceptar que te sigue importando, pero me sigue importando, que la odie lo prueba, si no me resbalaría. ¿Qué mierda quieren que haga? Ya me mentí, no me sirve de nada, justo eso que me quiero creer no me lo creo, otras cosas que me miento sí me las termino creyendo, a veces creo que todavía hay esperanza, que con Jesús algo juntos vamos a hacer al final, que en el fondo la gente no es tan mala... Todas esas me las creo pero esta justo no. Así que tengo que aceptarlo, meterme el orgullo en el culo, aunque ya puedo pasar algunos ratos sin pensarla cuando vuelve me… Eso, se me estruja algo adentro, y encima los padres se ponen viejos y quedan al cuidado de una, te quedas sin vida. Me tengo que volver por eso. ¿Vos tenes hijos, Ana? A veces... A veces siento que esta manera que tengo de contar es un embole, ¿te dio sueño a vos? ¿Me estás escuchando? (Sigue)
Continuará...
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