sábado, 9 de junio de 2018

Capítulo 297 "El que menos necesita"

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Mientras me vestía la miré. Dormía con sus manitos abajo de la cabeza, el ceño fruncido, llevaba un montón de pulseras doradas. ¿Cuán vacía se debía sentir, no? ¿Para venirse de tan lejos? La gente que más feliz parece es la más infeliz, es trillado, ya sé, pero es así. Por eso yo no la voy con las cruzadas pobristas, los burgueses de clase mediaestúpida creen que alguien que vive en una villa miseria es infeliz y yo no creo que sea así, si no pasan frío ni hambre ya está, cuando lo básico está cubierto tener más o menos no hace diferencia, lo aprendí de Punset, pero a mi ya me parecía, porque tuve épocas de más plata y me sentía igual de miserable, viví en cuartuchos espantosos y en departamentos divinos, era la misma cosa. El año pasado estuve en Venezuela, le pregunté a dos nenas si la pasaban mal, me respondieron que no, que jugaban, que cómo iban a ser infelices, con una sonrisa de oreja a oreja las dos, y no tenían playmobil, ni hambre ni frío. Las cruzadas pobristas lo que deben es tener bronca de que ellos son felices con tan poco y los quieren convencer de lo otro, de que no pueden ser felices con tan poco porque el Estado les debe dar, carajo. Lo que tienen en realidad es que ir al psicólogo y hacerse tratar porque al pobre feliz vos le decís que no puede vivir así, que es indecente que no tenga el piso de madera, que así se sufre, que esto y el otro, y entonces ahí sí lo volvés un infeliz, un dependiente, un envidioso resentido, un consumista al ñudo. Llegan los clase mediaestúpida culposos a joder la armonía del que menos necesita. Yo los detesto. Los mataría a todos después de hacerlos pasar por una larga agonía. ¿Querés que te mienta?

Cuán vacía y sola habría de sentirse para venir desde tan lejos a ver a alguien que acababa de conocer, a alguien que no tiene idea de quien es, la Osada de Ibiza, tan guapa que parecía y mirá, no sabe quien soy, no me conoce en absoluto y se viene a metejonearse de esa manera. Vos tampoco sabés quien soy así que ojo con confiar en mi, bueno, y viceversa, claro. Ella se vino hasta Álava por una ilusión, una idea que se inventó de Marina, y yo sentía que la iba a decepcionar, como me decepcionó la Otra a mi, la Gitana, qué cagada, ¿no? Todos somos la decepción de alguien más, el me quiero tirar por el barranco de alguien, el yo pensaba que vos eras diferente... Y qué suerte que hablamos vos y yo así lo saco todo esto de una vez y para siempre, lo largo para afuera que me estaba carcomiendo porque no lo podía creer cuando la vi, tan diferente que parecía, tan sincera, loca, sí, pero loca bien, loca con principios, como yo, con principios y por ahora sin final… De la Otra te hablo, Ana, de la Andaluza, de verdad que no lo podía creer... Sí, claro, algo le habré transmitido a la de Ibiza, si no no se viene hasta Álava, supongo que sí pero te juro que no fue adrede si yo estaba que me arrastraba por los pisos de la depresión, de la insolación, de la desolación… A menos que eso haya sido lo que la enamoró, ¿no? Mi desamparo. Y me dio pena, ahí solita, durmiendo con la ropa puesta, tan linda, me dio pena y a la vez me sentí acompañada, una a veces se siente la única miserable del planeta pero ahí adelante mío tenía otra, la Morocha, otra infeliz, ella con mucha más plata que yo jaja… Qué vida de mierda, Ana, qué vida de mierda. (Sigue)

Continuará...

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