sábado, 7 de julio de 2018

Capítulo 317 "Como una caballa"

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Una sonrisa gasta menos que la electricidad y da más luz, me había dicho Begoña el día aquel, cuando volví hecha una paria de Jerez, después de haber visto lo que vi, después de haber  descubierto que al final todos y todas somos iguales, una porquería, que no se puede confiar en nadie, que no conocés a la gente hasta que la conocés y no lo recomiendo, mejor quedarse en la superficie, ahí por lo menos la ilusa ilusión nos ahorra el disgusto. Lo que más bronca me da es que yo ya lo sabía, sabía que no terminaba bien, allá en la ruta lo supe, cuando el control de alcoholemia que casi nos llevan a todos en cana, pero viste, una y otra vez se me confirma que saber no sirve para nada, podés saberte la historia universal de memoria, el puto Quijote, Guerra y Paz si querés también, pero si no sos algo lúcido igual te pasa por encima.

No pudo hacerme sonreír en todo el día pero sí al final me hizo comer unas galletitas con café con leche, por un momento pensé que el estómago se me había cerrado para toda la vida, pero no, tía Begoña logró resucitarlo. ¿Pues qué te ha ocurrido, tía?, preguntaba a cada rato, preocupada. ¡Que al menos cuéntame algo, joder! Y yo nada, ni emitía sonido. Y es que cuando los humanos son turros, cuando hacen cosas que lastiman, yo elijo creer que es porque no se dan cuenta, porque las contradicciones los abruman, no por hijos de puta, ¿entendés? Pero acá no pude, me superó, Ella, toda la expectativa que había puesto en el vínculo, inestable, sí, la Gitana es peor que yo, una veleta con turbo diesel es, vos la conocés, bah, no sé cuánto la conocés pero es una mina con la que no te podés aburrir, una luz de neón, se apaga, se enciende, parpadea, no te cansas nunca de Ella, de sus disloques crónicos, de sus abrazos eternos... Y yo sé que no nos habíamos jurado nada, salvo en la playa, un poco jugando, en Punta Umbría, jugamos a que nos casábamos, con anillos y todo, los hizo con papelito de cigarrillo, entonces estaba a punto caramelo la cosa y nos divertimos lindo. No nos habíamos prometido nada pero qué queres que te diga, yo cuando entro entro, como una caballa. (Sigue)

Continuará...



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