lunes, 13 de agosto de 2018

Capítulo 343 "Ése momento y ese otro"

CAPITULO ANTERIOR

¿Quién nos sacó la foto?
Pero no es que soy una melindrosa, una posesiva, una celosa molesta, no, el pelotudo del ex entraba sin golpear, con el pendejo de la mano, hablando boludeces sobre la escuela y las actividades del pibe, para mi que al tipo le encantaba vernos a las dos, se imaginaría después solo en la casa las cosas que hacíamos con la Rubia. La cuestión es que el tarado entraba sin golpear ¡y por ahí estaba yo medio en pelotas! ¡O Ella! Ella es hermosa, es hermosa en pelotas y en no pelotas, es divina, espero que no te la cruces nunca, Gordo, porque caés como chorlo y no hay escapatoria. Cuando te mira con los ojos achinaditos porque recién se levanta o porque le molesta la luz o porque está por engriparse o pasada de sueño… es un sueño, una belleza, me angustio de tan linda que es. Culpa de esta mina me gusta una mina si yo no soy homosexual, ¿me comprendés? Escuchame, porque yo a esa altura ya ni me hacía malasangre, ya había aceptado que estaba muerta con Ella, que había caído como una boluda otra vez, que dependía de la Gitana para escribir, para sentirme feliz, llena, entusiasmada, con sentido y la reputa madre que me remil parió. ¿Mentendes?

Amar es una cagada gigantesca, de pronto todo está supeditado a si te mira o no, a si te reciproquea o no, a si te llama o no, a si te pinta, a cada cuantos minutos te folla, y si te folla un poco más espaciado que hace cinco minutos te agarra el brote porque pensás que quizá se le está pasando el hechizo y es crucial, Gordito, ¿nos pasamos de la casa del Loco? ¿Gordito?, despertate que estoy perdida, o buscando, o escapando. ¡GORDO! Carajo que te estoy contando y babeás como una salamanca, despertate que no sé pa donde agarrar, creo que me pasé. Te decía que es crucial que el hechizo se le pase a una antes que al otro porque si no lo que se sufre… ni te comento lo que se sufre, Gordo… Pero sabés que cuando finalmente vi lo que vi en la casa, porque entré al estudio y no había nadie pero entonces escuché algo, algo que no quería saber qué era pero quería, por eso me llegué hasta el hall, y después hasta la puerta que da a la habitación del nene, sabés que ahí no sentí nada, me agarró el síndrome de mi mare, que posiblemente sea una defensa para soportar esta vida de mierda, no sentí anda y me quedé escuchando, caía de maduro lo que pasaba adentro, pero en ese momento no sentí nada y no sé, no sé cuándo es que ése lleva acento y cuando no, no sé si es que fue en ése momento que no sentí nada o en ese otro, no lo sé... Y doblo acá porque nos estamos yendo para Portugal, Risita, me parece que por acá nos vamos a Portugal. ¿Querés que vamos a Portugal, che? Nafta tenemos. (Sigue)

Continuará...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario