Capítulo 351 "Pulgada de espesor"

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Rompiéndome los esquemas.

Dejá de joder con esa flauta que tengo otoesclerosis yo, me hace mierda el estribo el sonido agudo, gordo. Y cierro el diario ABC porque ya me tiene embolada este muso, no voy a dejar de nuevo que me vire el relato con sus captichitos, no señor, primero con el vuelco y la Hummer, ahora con esto. NO. Yo voy a seguir con li mío como corresponde, como es mi deseo, voy a echarte a vos al carajo, bajaré la persiana y me voy a ir a dormir que mañana será otro día. Porque este Tipo ya pasó de Muso a rompequinotos, a terrorista de la continuaidad, a pesado que vuelve sin que lo llamen. Ahora que lo dejo en paz sale en el diario y me tironea otra vez de la pollera para que lo meta. Y si, claro que está muy bien un poco de imprevisto, de melodrama al tun tun, de volcar con la camioneta y el riesgo de vida, tod eso aporta pero tengamos en cuenta que el coeficiente de los lectores de estos tiempos no llega a la pulgada de espesor... Escribir en un lenguaje propio, para unos pocos, hacerse la escritora de culto puede ser interesante pero me cago en Él que me destroza la línea de acción tanto joder, ¿o no? ¿Tiene que ponerse a donar el puto archivo ahora? ¿TIENE QUE SALIR EN LOS DIARIOS? ¡Qué la Otra se entera y se me poné loca Y SE ME DESBARAJUTA LA GITANA!

Había logrado enganchar creo que a dos con lo del Toni así que NO OVY A DARLE BOLA. ¡Poruqe lo hace a propósito ya esto! Cada vez que estamos bien con Ella, después de miles de dimes y diretes, cuando al fin la cosa parece que se acomoda, ojal con botón, el Tipo lo huele y OH, APARECE DE NUEVO CON ALGÚN QUILOMBO, ME LA SACA DE QUICIO, ME DESORGANIZA LA ARMONÍA DEL HOGAR. ¿Por qué no se van a vivir los dos tarados juntos a la mierda y nos dejan tener la fiesta en paz a nosotras? ¡Del Toni y de Jeús te hablo, gorod' ¿Porqué no se van bien al carajo? ¿Cuánto le quedará de vida a este Hombre? ¿Vos no lo viste medio pálido en la mesa del restaurante de Huelva? ¿Decís que era por tanto alcohol y pastillita draguniana? Acaba de soplar los setenta y ocho, ¿qué más carajo quiere hacer acá abajo? ¿No? ¿No cumplió ya su cometido? ¿No qeurés vengarte de las veces que te trató mal en el plató? Le dejamos la Hummer sin frenos. ¿Te trató alguna vez mal en el plató?

Aunque creo que no podría, matarlo, no podría, esa era la contradicción que tenía cuando la escuchaba gemir como una loca tras la puerta, el día que volvía a pedirle perdón, a decirle que la amaba, fue lunga la cosa tras la puerta, no te creas, el Toni ese resistía, se aguantaba minutos largos, quiere decir eso que Ella le importa, la esperaba, la hacía gozar mucho, no pensaba solamente en él. ¿O sería para demostrar lo macho que es? ¿Era por ego que hacía eso? ¿Por mandato? ¿Para que Ella no quiera dejarlo nunca más? Bueno, no sé, pero en un momento, cuando ya habían terminado y vino la parte de los besos del ocaso del amor me agarró, empezó a subirme la bilirrubina, el despecho desmedido, la rotura de corazón, el desconsuelo en la garganta, y acto seguido el odio, mucho, muchísimo odio empecé a sentir, porque no lo podía creer, justo que venía decidida a decirle que la amaba y que se venga com¿nmigo a Buenps Aires me salía con eso? Y mirá que me lo había jurado mirándome a los ojos cuando le pregunté, ¿mentendes? La puert (Sigue)

Continuará...