miércoles, 12 de septiembre de 2018

Capítulo 364 "Ponerse coto"

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Pero no, no puedo hacerle eso a ellos, sobre todo porque Él tiene asuntitos de corazón y es mi Muso, mirá si me espicha en plena búsqueda del final, me suicido en masa, aunque te juro, en este momento se lo haría, el escándalo a los gritos, y que se despierte todo el mundo de la siesta, que algún vecino incluso nos golpee la puerta o se asome por la ventana para ver qué es lo que pasa ahora en la colina, que vengan todos los mozos del bar de abajo preguntándose en qué desbole nuevo se metió el Cuerdo Andalú, se la haría a Ella más que a Él la escena de conventillo, porque no se modera nada, nunca, me tiene para a chacota, de todos lados me tirotea, siempre pega en el cuore, como si yo fuera de fierro, se cree que soy la mujer maravilla, y caigo, sí, ya lo sé, caigo como chorla, pero Ella si fuera buena gente se pondría coto como hago yo. ¿POR QUÉ TENGO QUE PONERME YO COTO Y ELLA NO? Me tiene de acá para allá, de la nariz me lleva, como una estúpida.

El otro día me agarró de la mano. Con la vergüenza que le daba, sabiendo lo que eso significaba para mi, que me agarrara la mano. Se me cerró la garganta cuando lo hizo, de la emoción, su mano calentita, su mano pintora, la mano que me hace perder el juicio cuando nos amamos en la cama, se la apreté fuerte fuerte, era un sello de amor eterno. !Que duró lo que un pedo en una canasta! ¿Entendés? ¿Para qué? ¿Para qué me hizo eso? ¿Por qué me lo hace una y otra vez? ¡Si se iba a ir de nuevo? A la primera de cambio. Otra vez iba a salir como un perrito a cuidarlo a Él. En la calle pasó. Lo del sello eterno. Volvíamos de una actividad solidaria de esas que Ella gusta de hacer, la gente pensaba que éramos sólo amigas, claro, y a mi eso me estaba empezando a hinchar, porque veía que le daba vergüenza que pensaran otra cosa, que supieran que nos queríamos pero de otra manera. Y a mi también me da vergüenza, sí que me da, más bien, pero quería enfrentarme a eso porque lo que siento por Ella es indisimulable, me la morfo con los ojos cuando la veo concentrada en lo que hace, cuando dice sus pareceres en las reuniones grupales del centro cultural, con ese énfasi andalú y revolucionario, con esos gestos flamencos de querer cambiar el mundo.

Me había acercado con un vaso de jugo en la mano y le convidé, solamente eso hice, en plena reunión feminista, y Ella se puso tensa, me agradeció sin mirarme, seca, casi avergonzada, solamente porque le estaba convidando de mi vaso se puso así y ahí se (Sigue)


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