Bue... la cuestión es que ella tenía un perfil de esos, de los que no llaman la atención, que encajan en los arquetipos de estos tiempos: foto con la hermana y el café; de vacaciones en la bicicleta playera, como para no variar; algun cartelito con frase linda; amigos que le comentaban corazones, etc. ¿Mentendes? ¿Por qué me iba a imaginar que podía pasar lo que después terminó pasando? ¡Y de la manera en que pasó! ¡Además era Escohotadiana! Lo que pasó no tendría que haber pasado. ¿O sí? Yo, te aclaro, no tengo experiencia en esto de las drogas, ni media experiencia, y me parece que vos tampoco. Fijate. ¿No ves? ¡Yo te dije! ¡Yo te lo dije hace un rato en Huelva! ¡Que no morfaras como morsa en la posguerra porque ahora me vas a tapar el baño de la pieza! ¿Y después a dónde hago yo mis necesidades? ¡NO! ¡Ya es la tercera vez que vas! ¡No vas más a mi baño! ¡Te vas al tuyo, Gordo estrafalario! ¡Famoso por exceso! ¡Andate a dormir y dejame morir de insolación en paz! Cuchá, ahí están llegando, callate, escucho a Dragún y al Loco, todavía tienen energía para hacer chistes, con toda la que se tomaron, ¿escuchás? Se ríen y todo, Ana de Catalunia viene con ellos. ¡Les queda todavía aire en los pulmones y fuerza para expulsarlo en modo de risa! A mi me parece que las generaciones nuestras, bah, no sé cuántos años tenés vos, Risita, pero de mi generación padelante venimos más mantequita, menos resistentes, melindrosos, te diría; apáticos. Callate. El avance de la ciencia nos hizo así, aputasados.
Lo mismo me pasa con la María... creo. |
Continuará...
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