Lo mío es demencia literaria, Antonio, y desde que Ella se fue todo es peor, la Gitana, te conté de la Gitana, claro que te conté, sigue con Él, con el periodista al que tanto supiste vapulear, sé que cuando te vino a hacer la última entrevista no lo querías dejar entrar, que no entre, decías, que éste viene por la última, y que al final aflojaste no sé cómo y parieron No os molestéis. Me lo contó Él todo eso, es un chusma bárbaro el loco. Bueno, la Mina primero me mandó una foto a mi teléfono, hace unos días, una foto de Él en tu fundación, en tu homenaje, estaba con Vigorra en el escenario, seguro contó anécdotas que vivió con vos, y fue con Ella, me mandó la foto mientras estaban ahí, ¿para qué?, ¿por qué?, los dos juntos estuvieron en Córdoba, otra vez volvió a Él y encima me lo notifica, como para desmenuzarme bien la mísera entereza que estaba pudiendo lograr leyendo a Smith, metiéndome en bretes con la drogadicta. ¿Por qué no se dedica a vivir y me deja hacer mi vida en paz?
Sobrino fantástico. |
En fin… yo no creo haber sido posesiva con la Gitana pero quizá sí, la acompañaba a todas las reuniones activistas, quizá eso es ser posesivo, no sé, Ella nunca me dijo que no fuera pero si lo hubiera dicho posiblemente yo me hubiese ofendido, entonces, ¿cómo saber si Ella no lo presentía y me invitaba para que yo no me enojara o enojase? Qué despelote es vincularse con humanos, creo que no he nacido para eso pero a la vez sola me ahogo y no te voy a mentir, antes de “me ahogo “ iba a decirte sola me quedo sin acción para el relato, Antonio, pero me corté, no quiero asumir que estoy demente aunque no sé si el demente se da cuenta de que está demente. ¿Vos decís que sí? ¿Te dabas cuenta en medio del calor de la pasión que te estabas pasando de la raya? (Sigue)
Continuará...
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