Capítulo 456 "Con las ojeras rotas"

CAPITULO ANTERIOR

¡Pero si estaba todo bien, Rocío! ¿Qué dije o hice que te hizo mal, ahora?, pregunté ya con las ojeras rotas y los ovarios inflamados. Tenía delante mío TODOS los estudios de mi mare para llevar al puto cardiólogo al día siguiente, tenía ese quilombo por delante y encima esto. Se lo dije. Entonces cortó. CORTÓ. Me dejó con la conversación en la boca y me siguió escribiendo peroratas largas, larguísimas, de tres kilómetros, por whatsapp, mientas mi panza se revolvía, se ponía dura, nauseosa y las piernas empezaban a temblarme, la respiración se me entrecortaba y la angustia me agarrotaba la traquea, si es que por ahí entra el aire, no sé mucho de anatomía. ¿Qué hice o dije ahora?? ¡EH! ¿EH??? Yo le dejaba mensajes de voz, los deditos estaban nerviosos, no podían escribir inteligible, entonces ella respondía que no le gustaba que le grite, que se sentía mal y si yo levantaba la voz y me ponía nerviosa le hacía peor y que no quería discutir PERO ME ESTABA DISCUTIENDO!!!!!! ¡PERO ROCÍO SI ME EST--  Era al ñudo, si algo había aprendido es que buscarle el sentido común a esos estados en los que entraba de pronto era al pedo total, dijera lo que le dijera ella iba a encontrar la manera de embarullarlo todo, de que yo terminara siendo la culpable y ella la desprotegida desamparada víctima y la mierda en coche.

Dejé de responder pero ella siguió. Que yo había levantao la voz, que yo no había sido empática cuando ella empezó a sentirse mal, a la distancia no había sabido, claro, ella sola en mi casa empezó a sentirse mal por algo que le había dicho una semana atrás y yo, mientras trabajaba en la calle, por telepatía, tendría que haber sabido y habládole y sido empática para consolarla. ¡Que estaba sola todo el día! ¡Que me importaba un cajao todo!, me espetó, que era distante y un vínculo así ella no se podía bancar, que tenía otra manera de vincularse. Por todo eso me cortó. ¡Distante? ¿DISTANTE? ¡¡Si habíamos desayunado juntas por la mañana!! ¡¡ABSURDO!!

Justicia por mano propia.

Casi se me escapa un: ¿Pero cómo puedo saber yo que estas mal si no me lo decís?? ¡LO QUE PASA ES QUE MI MARE ENFERMA TE QUITA PROTAGONISMO Y ENTONCES JODÉS PARA RECUPERARLO Y ESO ES PSICÓTICO E INHUMANO! Pero me abstuve. Me abstuve. Y entonces se agarró de mi silencio, que no ves guapa que encima te enfadas, NO ESTOY ENOJADA, ROCÍO. Encima de que estoy mal te enfadas y no ves lo que haces, cómo me tratás, que ni me preguntas nada y yo me encuentro mal, que estuve todo el día encerrada en vuestra casa y a ti te ha importao ni coño, etc etc etc etc etc etc etc. Revoleé los estudios de mi mare por el aire, quedó el comedor empapelado de porquerías médicas. Tomé el celular, le dejé el último mensaje de voz, que me estaba agrediendo por todos lados y que iba a apagar el aparato porque me estaba por poner a llorrar. Acto seguido le adjunté la foto de mi comedor. Y apagué el móvil. (Sigue)

Continuará...