viernes, 21 de febrero de 2020

Capítulo 523 "Con todo su ser"

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Entramos a la casa. A mi casa. Fue el momento crucial. Dejarla entrar. Porque ya puertas adentro no tenía a dónde escapar, en caso de necesitarlo, claro, salvo que huyera de mi propia casa. ¿Y a dónde? ¿Encerrarme en mi habitación? Lo hice. En la mitad de la noche. Drogada con clonazepan de dos miligramos. Pero no me voy a adelantar a los hechos porque ya sabemos que me voy por las ramas y terminamos donde menos imaginábamos. Mire a dónde terminé yo en mi segundo viaje a Sevilla, volví en busca del final de esta historieta, supuestamente junto a él iba a ser la cosa, y terminó presa mi pluma de Ella, de su Gitana mujer, y a casi tres años de aquello todavía con el pescado sin vender. ¿Será que esta es realmente la historia sin fin? No se lo digan al Loco que se suicida, sería un acontecimiento más que trágico, que se quede España sin este periodista lúcido, además está por cumplir los ochenta, un pescado imperdonable, ¿o no?

Ella es el amor. Y el amor es inspiración, a su pesar.
Entramos a mi casa sin emitir sonido. Fue directo a sentarse sobre el futón del comedor. Dejó su cartera horrible a un lado, sobre el piso, y así se quedó, mirando la nada. Por supuesto siempre, como no, el móvil en su mano. Y obviamente, como no, en modo silencio, como cada vez que estaba conmigo. Como cada vez que estaba con la millonada de otras pseudonovias que tenía. Sostenía una semisonrisa en la cara. Una semironrisa con toque de malignidad. Una semisonrisa de ahora vas a saber lo que es bueno. Tú no me has saludado efusivamente cuando llegué… Ahora te las verás conmigo. ¿Crees que eres lo más importante del mundo? ¿Que puedes jugar así con las personas? ¿Hacer de ellas lo que te apetezca? ¿Crees que puedes hacerme venir a acompañarte y luego tratarme de esta manera? ¿Crees que no tengo otra cosa mejor que hacer? ¿Otras personas que SÏ me valoran? Pues conmigo no jugarás, que no lo harás, guapa, te lo juro por mi madre, mira. Y claro que sí, claro que me las iba a ver con ella y no con Ella. Lamentablemente...

Yo me puse a desensillar. Vacié la bolsa de ropa sucia de mi madre y la metí en el lavarropas. No sabía si ponerlo a funcionar o no porque eran más de las ocho y el lavado demora como dos horas ¡y el ruido que hace! Lamentablemente es una máquina vieja, por eso la uso de día pero en este caso... Tenía el cerebro demasiado cansado como para tomar esa decisión en ese momento así que lo dejé para más tarde, lo de decidir. De más está decir que no acostumbro tener visitas así que su presencia, aunque ni se moviera, aunque pareciese una momia, una muerta, una loca de manicomio, me incomodaba. No así otras veces que había venido, con la energía completamente diferente, nos comimos a besos apenas traspasar la puerta, maravilloso. Y  trágico. Porque lo maravilloso es así, sucede y luego … se esfuma. El ser maravilloso sigue ahí, no es que se va, pero de pronto ya no es maravilloso. De pronto o de súbito, depende. Algo sucede, algo inexplicable, inexorable… y se esfuma para toda la vida.

Todavía alguien que no huye de mi.
Me pasó con cada novio que tuve en su momento. Me pasó con la Gitana aunque confieso que ahora, desde Sevilla la bella, muero de ganas de saber de su paradero, de su vida, de su amor y de su temor/odio por mi arte demencial entrometido. Porque lamentablemente para hacer esto no me queda otra que entrometerme en sus vidas y a Él no le importa tanto, está acostumbrado a la locura, pero Ella… Ella es distinta, temerosa, y en este mismo momento creo que me odia y me teme con todo su ser... Porque peco en nombre del arte, porque hago lo que siento que tengo que hacer pasando por encima de los derechos de los demás, por eso merezco lo que me toque, ya lo sé... ¡Pero si yo le dije que iba a escrib-- ¡BASTA! Y ya sé que no es gracioso, Gitana, ya lo sé, pero juro que no voy a pasar de estos límites, que no fueron pocos pero tampoco tantos. Tenés mi palabra de cuerda argenta, te lo juro. (Sigue).

Continuará...



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